jueves, septiembre 27, 2007

Una vez escribí aquí que este espacio me servía también para recordar sitios (como aquellos estupendos restaurantes de Santander) que puede ser interesante volver a visitar en el futuro por sus valores gastronómicos o sus precios imbatibles. El segundo caso se dio cuando fui con mi amigo André Shapps (productor de Big Audio Dynamite) a The Fitzroy Tavern, un lugar bastante ruidoso pero céntrico y con marchamo histórico que da nombre al barrio de Fitzrovia de Londres en el que está situado, y donde dos pintas de lager nos costaron 3 libras y poco, casi la mitad que en cualquier otro lugar de los que visitamos durante nuestros días londinenses. Ahí queda eso.